Laurence Gregoire, un alumno de packaging de Sylvain Allard, ha diseñado este original y elegante packaging en forma de pirámide compuesto a su vez de 10 pequeñas pirámides (que en realidad son monodosis de chocolate para derretir en tres variedades, negro, con leche y blanco), unidas entre sí formando una cadena.
Si prospera, en breve será posible tomarse un chocolate con churros «cool».