La doble exposición es una técnica de fotografía que consiste en realizar dos o más disparos en uno con la cámara de fotos, consiguiendo que todos ellos queden superpuestos después en una única imagen. Con la fotografía analógica se conseguía exponiendo varias veces el mismo fotograma; esto era muy complicado, sí, pero los resultados eran realmente sorprendentes. Pocos efectos han inspirado tanto a los artistas como esta posibilidad de unir dos mundos totalmente distantes y distintos entre sí, con un solo clic. En el post de hoy os presentamos un flechazo de nuestra querida Barbara, que ya sabes de algún post anterior que siente debilidad por el cine y la fotografía.
Hoy en día, la mayoría de aparatos digitales ya ofrecen la opción de superponer directamente dos disparos, pudiendo comprobar previamente el resultado, sin necesidad de revelado previo. Sí, hemos perdido emoción, pero hemos ganado eficacia, no se puede tener todo. La fotógrafa de la que Barbara nos ha hablado (mucho y con mucha emoción) y que te queremos presentar hoy es una artista noruega, Andreas Lie, que ha llevado un paso más allá este estilo, consiguiendo un efecto en sus fotografías de animales y paisajes que desprende cierta tristeza, cierta melancolía… pero cuyo resultado es sin duda bellísimo. Juzga si no tú mismo:
¿Te gusta el resultado? Pues estás de suerte, porque es posible encontrarlo aplicado a varios tipos de artículos, como tote bags, relojes de pared (bonitos, bonitos, bonitos…) o ilustraciones enmarcadas. Lo encontrarás todo en su tienda en Society6 (en dólares, eso sí). No te quejarás, ya te hemos dado una nueva y original idea para regalar. Y si no, te animamos a lanzarte y probarlo con tu propia cámara. Si no tienes el aparato adecuado para hacerlo automáticamente ni los conocimientos para lograrlo con tu cámara analógica, no te costará nada encontrar tutoriales en Internet para poder hacerlo con programas de edición como Photoshop o GIMP. ¡Ánimo, artista!
Qué pasada de montajes! Preciosos y originalísimos! 🙂
¡Qué guay que te gusten, Eva! 🙂