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El proceso de producción de Packaging: de la idea a la realidad

29 Jul

 

El proceso de producción de packaging es una mezcla fascinante de creatividad, ingeniería y precisión. Cada envase que encontramos en el mercado ha pasado por una serie de etapas cruciales antes de llegar a nuestras manos. En este blog, exploraremos cada uno de estos pasos, desde la concepción de la idea hasta la producción final, destacando la importancia de cada fase en el éxito del producto. Podemos indicar que en Selfpackaging el proceso total suele tardar 30 días laborables, dependiendo de la dificultad del proyecto-idea.

 

 

1. Investigación y Conceptualización

 

El primer paso en la producción de packaging es la investigación y la conceptualización. Este es un proceso colaborativo entre diseñadores, especialistas en marketing y diseño industrial y el cliente. Se consideran factores como la funcionalidad del envase, la experiencia del usuario, la estética y la sostenibilidad. Durante esta fase, se realizan estudios de mercado para entender las tendencias actuales y las necesidades del consumidor. Dependiendo de la complejidad del proyecto puede durar entre unos días o varias semanas.

 

La investigación de mercado es fundamental para identificar las preferencias del consumidor y las estrategias de los competidores. Se recopilan datos sobre materiales, formas, colores y funciones que pueden influir en la decisión de compra. Esta información ayuda a los equipos de diseño a generar ideas que sean innovadoras y atractivas.

 

 

2. Proceso de diseño

 

Una vez definida la idea, el siguiente paso es el diseño. Aquí es donde los conceptos se transforman en propuestas visuales y estructurales. Se utilizan herramientas de diseño gráfico y CAD (diseño asistido por ordenador) para crear bocetos y prototipos digitales. El diseño debe ser atractivo y funcional, asegurando que el producto esté protegido y sea fácil de usar.

 

El proceso de diseño involucra múltiples iteraciones. Los diseñadores trabajan en estrecha colaboración con ingenieros y especialistas en materiales para asegurarse de que el envase no solo sea estéticamente agradable, sino también práctico y eficiente en términos de producción y uso. Se tienen en cuenta aspectos como la ergonomía, la facilidad de apertura y cierre, y la presentación en el punto de venta.

 

De nuevo, este proceso puede durar entre un par de días o varias semanas.

 

3. Creación y fabricación del prototipo o maqueta

 

Este paso es una fase crítica en la que se crean modelos-prototipos físicos del packaging. Estos prototipos permiten evaluar la forma, el tamaño, la funcionalidad y la apariencia del envase en el mundo real. A menudo, se producen varios prototipos antes de llegar a una versión final que cumpla con todos los requisitos.

 

Los prototipos se prueban en diferentes condiciones para asegurarse de que el diseño sea robusto y funcional. Se pueden realizar ajustes en las dimensiones, el material o el diseño gráfico en función de los resultados obtenidos. El objetivo es crear un prototipo que refleje con precisión el producto final y que pueda ser producido de manera eficiente a gran escala.

 

Este proceso de creación de la maqueta suele tardar de 2 días a 1 semana en nuestro estudio. 

 

 

 

4. Selección de materiales

 

Elegir los materiales adecuados es esencial para el éxito del packaging. Se deben considerar aspectos como la durabilidad, la sostenibilidad, el coste y la compatibilidad con el producto. En la actualidad, existe una tendencia creciente hacia el uso de materiales ecológicos y reciclables, lo que refleja la creciente preocupación por el medio ambiente. Nosotros disponemos de nuestro certificado FSC que el cliente puede utilizar en cualquier momento en la impresión de su packaging. 

 

La selección de materiales también implica evaluar las propiedades físicas y químicas de los mismos. Por ejemplo, para productos alimenticios, es crucial elegir materiales que sean seguros para el contacto con alimentos y que protejan contra la contaminación y el deterioro. Para productos electrónicos, se deben considerar materiales que ofrezcan protección contra impactos y estática, etc…

 

 

5. Pruebas y ajustes

Antes de la producción en masa, es fundamental realizar pruebas exhaustivas. Estas pruebas pueden incluir la resistencia del material, la integridad del sellado, la protección contra la humedad y otros factores ambientales. Con base en los resultados de estas pruebas, se realizan ajustes para optimizar el diseño y los materiales.

Las pruebas también pueden incluir evaluaciones de la experiencia del usuario. Se realizan estudios de usabilidad para asegurarse de que el envase sea fácil de abrir, cerrar y manejar. El feedback de los usuarios puede llevar a cambios en el diseño para mejorar la comodidad y la satisfacción del consumidor.

 

Además, adicionalmente se pueden incluir en algunas ocasiones pruebas de color, para intentar conseguir el tono deseado en la producción masiva, ya que dependiendo del material que se vaya a imprimir, los colores pueden variar en su tonalidad.

 

 

6. Producción

 

Una vez que el diseño y los materiales han sido aprobados, se inicia la producción en masa. Este proceso involucra maquinaria especializada para cortar, moldear, imprimir y ensamblar el packaging. La calidad y la consistencia son cruciales en esta etapa, por lo que se implementan estrictos controles de calidad.

 

La producción puede involucrar varias técnicas, el troquelado, la impresión offset o digital, la serigrafía … Cada técnica tiene sus propias ventajas y se selecciona en función del tipo de envase y del volumen de producción. La eficiencia en la producción es clave para mantener los costos bajos y cumplir con los plazos de entrega, que en Selfpackaging suelen ser 15 días laborables o 20 días laborables en caso de cajas más premium como las cajas rígidas forradas, que tienen más trabajo de producción y elaboración detrás. 

 

 

Además, la impresión es un componente vital del packaging, ya que transmite la marca y la información del producto. Las técnicas de impresión pueden variar desde la serigrafía, el Offset, la flexografía hasta la impresión digital, dependiendo de las necesidades del proyecto. Además, se pueden aplicar acabados especiales, como barnices, laminados o estampados, para mejorar la apariencia y la durabilidad del packaging.

La elección de los colores, las tipografías y los gráficos es fundamental para crear un envase atractivo y coherente con la identidad de la marca. Los acabados especiales, como el embossing o el foil stamping, pueden agregar un toque de lujo y diferenciación. La impresión debe ser nítida y duradera, resistiendo el desgaste y manteniendo la legibilidad de la información.

 

 

7. Empaque y distribución

 

Una vez finalizado el packaging, se procede al empaque del producto. Esta etapa incluye la inserción del producto en el envase, el sellado y el etiquetado. Posteriormente, los productos empaquetados se distribuyen a los puntos de venta o directamente a los consumidores.

 

El proceso de empaquetado debe ser eficiente y asegurar que los productos lleguen a su destino en perfectas condiciones. Se utilizan sistemas automatizados para insertar, sellar y etiquetar los productos de manera rápida y precisa. Además, se considera la logística y el transporte, asegurando que el packaging sea resistente y optimizado para el almacenamiento y la distribución.

 

Dependiendo del destino, el pedido puede llegar entre 24 h – 48 ( si es península) o 1 semana para el resto de Europa.

 

 

El proceso de producción de packaging es complejo y multifacético, requiriendo la colaboración de diversos profesionales y la integración de múltiples tecnologías. Desde la idea inicial hasta el producto final, cada etapa es crucial para asegurar que el envase no sólo proteja el producto, sino que también atraiga a los consumidores y refleje los valores de la marca. En un mundo cada vez más consciente de la sostenibilidad, el futuro del packaging también está evolucionando hacia soluciones más ecológicas y responsables.

 

Además, la innovación en materiales y tecnologías de producción está abriendo nuevas posibilidades para el packaging, permitiendo diseños más creativos y funcionales. Las empresas que invierten en un buen diseño de packaging no solo mejoran la experiencia del consumidor, sino que también pueden reducir costes y minimizar su impacto ambiental. En definitiva, el packaging es mucho más que una simple caja o envoltorio; es una parte esencial de la estrategia de marketing y una herramienta clave para el éxito de cualquier producto en el mercado.

 

 

Por Eva de SelfPackaging

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