
Decir que a nosotros nos gusta el packaging es como decir que a Félix Rodríguez de la Fuente le gustaban los animales o que a Ana Botella le gusta el café con leche, lo sabemos. Pero es que es así. Y nos gusta el packaging en general (el bonito, claro), pero lo que nos vuelve locos es el packaging vintage. Esas tipografías, esas texturas, esa pátina que dan los años... esa inocencia, a veces. O fingida inocencia, vaya. El caso es que nos encanta.
Nos encanta tanto,...