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Las cajas para envío se han convertido en un elemento clave para el éxito comercial de cualquier negocio, ya sea un Ecommerce o una tienda física. Con el auge de las redes sociales, las compras online y el consumo vía Internet, cada vez son más las empresas que deciden invertir en su packaging y convertir una simple caja de cartón en una forma de comunicación directa con el consumidor.
Para entender mejor cómo utilizarlas y sacar su mayor partido, es necesario saber cómo hacer una caja de cartón para envíos, y qué tipos de cajas existen actualmente.
Uso de los diferentes tamaños de cajas para envío
Este es probablemente el paso más importante a seguir a la hora de elegir la caja perfecta para nuestro envío. Es imprescindible que tenga una medida adecuada, ni muy grande ni muy pequeña, para evitar problemas de expediciones y sobre costes.
Cajas pequeñas para envíos
Las cajas de envío postal suelen ser las más pequeñas que existen. Gracias a las medidas de esta caja pequeña podemos usarla, como dice su nombre, para correo postal. Su forma es ideal, haciéndolos más económicos y cómodos. Aunque sea un diseño simple, puede ser muy versátil además de resistente, por lo que es una opción muy atractiva para envíos de productos pequeños y compactos.
Cajas medianas para envíos
Para una caja de envío mediana podemos encontrar un gran abanico de opciones, ya que hay de varios tamaños y formas: cuadradas, rectangulares, o incluso triangulares. Cada una tendrá una finalidad diferente, que dependerá del producto que pongamos en su interior. En una caja de estas dimensiones podríamos enviar casi cualquier cosa, desde piezas de ropa, jabones, comida, regalos… ¡Todo lo que se te ocurra!
Cajas grandes para envíos
Si lo que estás buscando es un paquete de grandes dimensiones, podrías optar entre varias opciones. Por una parte, si tu envío requiere un toque más elegante, recomendamos una caja con tapa con cierre, como esta caja de envío premium. Con un embalaje de estas características podemos conseguir un acabado más atractivo, y llamar la atención de los consumidores generando un recuerdo positivo hacia la marca.
Pero a veces lo importante es lo que hay en el interior, y el exterior pasa a segundo plano. En este caso, una caja sencilla sería la clave. Por ejemplo, si estás pensando en enviar unas botellas, te bastará con una estructura resistente y apta para llevar paquetes delicados.
Como hemos podido comprobar, hay infinidad de opciones a la hora de elegir el tamaño de una caja para envío, pero aunque el embalaje de cartón sea muy versátil, tenemos que tener en cuenta su finalidad. Una caja nos puede aportar muchísimos beneficios si la sabemos aprovechar bien.
Tipos de cajas para envío
Así como los tamaños, los modelos de cajas para envío también pueden ser casi infinitos. Todo dependerá de lo que pongamos en su interior, ya que esto definirá las características de la caja.
En el caso de estar buscando cajas para enviar libros, escogeremos una plana y rectangular que sea resistente y a la vez económica, como la caja postal que hemos comentado anteriormente. Ésta caja de cartón está diseñada para protegerlos de los golpes, especialmente las partes más vulnerables como las esquinas o el lomo. Si se quiere añadir un extra de protección, podemos optar por un envoltorio de papel, dándole un toque elegante y sostenible a la vez.
Si, en cambio, queremos una caja para enviar ropa, necesitamos algo más elegante y grande. Tanto si eres particular o tienes una tienda, un packaging para complementos o prendas tiene que ser resistente para aguantar los productos intactos durante el envío, ya que suelen ser delicados.
Selfpackaging propone también cajas de ropa personalizadas, para un resultado único y profesional. Estas cajas también pueden servir si necesitas cajas de envíos para Wallapop, utilizándose como cajas para envíos de correos.
Aparte de la paquetería para objetos, también tendríamos que tener en cuenta las cajas para envíos de comida, que han tenido un gran auge de demanda desde el confinamiento y la pandemia.
Estas cajas para comida take away son ideales para transportar comida a una distancia relativamente lejos, aunque no están hechas para largos recorridos. Normalmente suelen ser cajas pequeñas de envío con una protección alimentaria para asegurar la calidad de la comida que va a ir en su interior. Podemos encontrar diferentes tipos y formas de este tipo de embalaje, dependiendo de su funcionalidad y del plato que lleven en su interior.
Estas cajas para envíos de comida pueden ser personalizadas con el logo de la empresa, añadiendo un texto o una imagen para dar una imagen más profesional. Son perfectas para negocios, festivales foodies o food trucks, y su versatilidad las hace ideales para la gran mayoría de alimentos y comidas.
Dentro de esta categoría podemos encontrar cajas más robustas para envíos frágiles como desayunos con botellas de cristal o un pack de cervezas. En este grupo también podemos incluir las cajas para pizzas, que suelen estar hechas de cartón resistente. Para aquellas comidas que no necesiten una protección especial se utilizan cajas de cartulina aptas para alimentos, como las cajas para hamburguesas o las cajitas para repostería.
Cómo hacer cajas para envío
Si alguna vez te has preguntado cómo montar cajas para envíos o cómo envolver productos para enviarlos en una caja de cartón, estás en el lugar correcto. Sacar el máximo partido a una caja de cartón es esencial para ahorrar tiempo y dinero, así como para mejorar el packaging y la imagen que quieres dar al receptor del paquete.
Lo primero que debes hacer es guardar los productos dentro de la caja de manera que no sobre mucho espacio dentro. Para cubrir los vacíos se suele usar plástico de burbujas, aunque no es muy recomendable si quieres hacer un envío sostenible. La mejor opción en este caso es utilizar virutas de papel o envolver el producto con papel de seda. Una vez hayas colocado el interior bien ordenado y seguro para que no se dañe, es hora de añadir algunos complementos para crear una experiencia de unboxing positiva.
Finalmente, es hora de terminar la caja y prepararla. Normalmente, este tipo de modelos poseen un cierre seguro gracias al sistema de tapa con solapas, pero se puede añadir un extra de protección con una cinta adhesiva para dejarlo bien sellado.
Si quieres una opción un poco más elegante, también puedes colocar una pegatina o etiqueta que cubra gran parte del cierre. Por último, añade los datos del destinatario y ¡Listo! Ya has preparado tu caja para envío de una forma fácil y cómoda.
En Selfpackaging podrás encontrar una amplia gama de cajas para envíos y complementos. Además, si lo necesitas, nuestro equipo de diseñadores expertos en packaging puede ayudarte a crear cajas para envíos personalizadas.