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Detrás de Frosting Barcelona, un obrador situado en el barrio de Sarriá, se encuentra Clàudia Vigueras: “Tengo que confesarte que antes que pastelera fuí periodista, estudié la carrera y cuando llegó el momento de buscar trabajo me di cuenta de que no era lo que quería. Cambié los periódicos por los libros de recetas, y empecé a preparar dulces y más dulces de forma autodidacta y también en la Escuela de Hostelería de Castelldefels”. Más adelante se formó en la prestigiosa Escuela Hofmann, dónde aprendió nuevas técnicas y procesos, y dónde luego tuvo la oportunidad de hacer un stage en la pastelería de la misma escuela.
En Frosting Barcelona podemos encontrar todo tipo de postres y dulces, desde tartas de números y letras hasta desayunos a domicilio personalizados. Además se hornean galletas decoradas, cupcakes personalizados y muchas delicias más. A continuación, hemos preparado una pequeña entrevista para conocer más a esta fantástica repostera.
¿Cómo surgió la idea de Frosting Barcelona?
Frosting Barcelona nació a raíz de una crisis personal. En 2016 acababa de terminar la carrera de periodismo y el panorama laboral en ese momento era muy malo. Por mi cumpleaños mi pareja me regaló un curso de cupcakes, y aunque desde pequeña había hecho algunos postres en casa, no fue hasta ese momento que vi lo mucho que me apasionaba el mundo de la pastelería. A raíz del curso, empecé a hornear dulces en casa para amigos y familiares, y así nació la idea de Frosting Barcelona. No fue hasta dos años más tarde que pude dar el salto profesional y abrir mi pequeño obrador de pastelería personalizada.
Empezamos haciendo sobre todo cupcakes, pero actualmente tenemos una carta de dulces variados, y el producto estrella son las tartas de números.
¿Cómo definirías Frosting Barcelona? ¿Cuáles son sus valores?
Definiría Frosting sobre todo como mi proyecto personal, el haber convertido mi hobby en el trabajo diario. Pastelería con un trato muy próximo con los clientes, con pasión, y tratando de crear cada vez un producto único y personal. Me gustaría pensar que sus valores son los que quiero que me definan a mí como persona: amor por los pequeños detalles e ilusión en cada cosa que hago, además de perseverancia para conseguir aquello que te propongas.
En el mundo de la pastelería, ¿Qué importancia tiene el packaging?
Desde mi punto de vista, el packaging es parte de la experiencia del producto que hay en el interior. Nuestras creaciones son totalmente artesanales, y para presentarlas he buscado un packaging bonito y elegante, que de valor a los dulces que contiene y que nos ayude a tener una imagen de marca. También es importante que sea seguro, para evitar que los productos se rompan y lleguen en perfecto estado.
Ponemos mucho amor en cada producto que sale del obrador, tanto en el proceso de elaboración como en la parte final de empaquetado. Lo veo como un todo, un aspecto no puede ir sin el otro, por eso el packaging es tan relevante.
¿Cómo trabajáis para ser sostenibles?
Desde el principio del proyecto hemos intentado eliminar el plástico, tanto de nuestro packaging como de los proveedores a los que compramos. Todos nuestros productos salen del obrador con cajas de cartón kraft y bolsas de papel.
Intentamos también comprar a empresas locales, para eliminar al máximo los residuos de C02 a la hora de transportar los paquetes, tanto de packaging como de ingredientes y materias primas. Por ejemplo, toda la fruta que utilizamos la compramos en el mercado de Sarrià, barrio donde tenemos el obrador, y aparte de contribuir al comercio local, conseguimos un producto con mucho más sabor y calidad.
Intentamos usar materiales reutilizables para que el cliente pueda darles una segunda vida, que no sean de usar y tirar. Por ejemplo, nuestros postres en vasito (cheesecake, lemon pie, tiramisú), los servimos en vasos de cristal tipo los de yogur. O las bases de nuestros pasteles son de madera (antes eran de cartón), que muchos clientes luego utilizan como bandeja o tabla de cortar.
Próximos pasos; ¿Hacia dónde os dirigís?
Desde que abrí el obrador he trabajado mucho para tirar el proyecto adelante (el coronavirus lo ha hecho todo un poco más complicado), pero ahora que ya tenemos un poco más de estabilidad me gustaría poder ampliar la plantilla. Esto me permitiría tener más flexibilidad y a la vez más tiempo para diseñar nuevos productos o nuevos proyectos, como por ejemplo impartir cursos de pastelería en el obrador.
Aun así, mi deseo es que en el futuro Frosting Barcelona mantenga la esencia que ha tenido desde el primer día, de un negocio artesanal y pequeño que trata cada producto con amor y dedicación.
Puedes encontrar todos estos dulces y mucho más en la página de Frosting Barcelona, además de todas nuestras cajas para galletas, pasteles, cupcakes y mucho más en nuestra página web.